Michel Kazatchkine, director ejecutivo del Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. ©IAS/Steve Forrest/Workers' Photos.
El aumento del acceso a la terapia antirretroviral (TARV) en Brasil y Sudáfrica ha recortado las tasas de mortalidad, pero el dinero de los donantes necesario para aprovechar estos éxitos a nivel internacional puede quedarse corto.
Michel Kazatchkine, del Fondo Mundial, afirmó en la conferencia de Viena que las crecientes presiones sobre los sistemas sanitarios suponen que tienen que aumentar las contribuciones al Fondo Mundial. Sin embargo, en el período 2008-2009 las aportaciones de los países europeos se redujeron en 600 millones de dólares y se calcula que el Fondo tiene un déficit de entre 4.000 y 6.000 millones de dólares.
Kazatchkine prevé que si se mantienen los actuales niveles de demanda durante los dos próximos años, el Fondo Mundial precisará entre 17.000 y 20.000 millones de dólares para poder cubrir las necesidades sanitarias de los países en vías de desarrollo.
"Si no podemos permitirnos tratar a las personas, ¿podremos permitirnos una carnicería?", se preguntó el doctor Peter Mugyenyi, director del Centro para la Investigación Clínica Conjunta de Uganda.
El doctor Peter Mugyenyi, director del Centro para la Investigación Clínica Conjunta de Uganda. ©IAS/Marcus Rose/Workers' Photos.
Mugyenyi fue un pionero en el suministro de tratamiento antirretroviral en África, y destacó cómo el dinero del Plan de Emergencia del Presidente de EE UU para Paliar el Sida (PEPFAR, en sus silgas en inglés)” y el Fondo Mundial "permitió que Uganda y otros países pudieran hacer lo que se había considerado imposible en África".
No obstante, le preocupa el hecho de que algunas personas estén cuestionando ahora si la provisión universal de la terapia anti-VIH resulta asequible.
En la reunión se afirmó que existía una 'contrarreacción' frente al aumento de los fondos para la ayuda. Las contribuciones de EE UU fueron calificadas como "mínimas" en comparación con lo que se había prometido.
Algunos ponentes de la sesión destacaron que las reservas de fármacos anti-VIH estaban disminuyendo y abogaron por un aumento de la financiación, en lugar de un recorte.