Rezolsta es una medicación empleada para tratar el VIH. Es una combinación de un antirretroviral llamado darunavir y un potenciador llamado cobicistat. Se encuentran combinados en un comprimido de una sola toma diaria, acompañado por otros antirretrovirales.

Rezolsta contiene 800mg de darunavir y 150mg de cobicistat en un comprimido rosa, oval y recubierto con película. El comprimido lleva la marca ‘800’ en una cara y ‘TG’ en la otra.

Rezolsta combina dos fármacos en un comprimido. Darunavir pertenece a la familia conocida como inhibidores de la proteasa. Por su parte, cobicistat aumenta (o ‘potencia’) el efecto de darunavir. Te prescribirán Rezolsta como parte del tratamiento del VIH, junto con antirretrovirales de otra familia. Es importante tomar todos los fármacos tal como han sido prescritos, todos los días. Cada familia de antirretrovirales actúa frente al VIH a través de un mecanismo distinto.

El objetivo del tratamiento antirretroviral es reducir la cantidad del VIH en el cuerpo (lo que se conoce como ‘carga viral’). Idealmente, tu carga viral debería ser tan baja que tendría que estar indetectable (en general, se considera así cuando hay menos de 50 copias del VIH por mililitro [mL] de sangre). Tomar el tratamiento antirretroviral y tener una carga viral indetectable protege tu sistema inmunitario y reduce el riesgo de transmitir el VIH a otras personas.

Rezolsta debe tomarse una vez al día con alguna bebida, como agua o leche.

Siempre se debe tomar Rezolsta acompañada de alimentos para que pueda funcionar de forma adecuada. Se recomienda que tomes una comida o un tentempié y luego tomes Rezolsta en los 30 minutos siguientes.

El tratamiento antirretroviral funciona mejor si te lo tomas todos los días. ¿Cuándo sería un buen momento para tomar el tratamiento? Piensa sobre tu rutina diaria y cuándo sería más fácil tomar una comida regular o un tentempié junto con el tratamiento.

Si te olvidas de tomar una dosis de Rezolsta, es aconsejable que la tomes tan pronto como lo recuerdes. Si ya han pasado más de 12 horas, no te tomes una dosis doble, simplemente sáltate la dosis que te olvidaste y sigue con el horario de tomas habitual.

Si te olvidas con frecuencia de tomar el tratamiento, o no lo estás tomando por otro motivo, es importante que se lo comentes a tu médico.

Todos los medicamentos presentan posibles efectos secundarios, por lo que es aconsejable hablar con tu médico sobre este tema antes de empezar a tomar un fármaco. Si experimentas algo que podría ser un efecto secundario, deberías hablar con tu médico sobre qué se puede hacer. En el prospecto de Rezolsta se puede encontrar un listado completo de efectos secundarios, incluyendo los menos habituales.

Generalmente dividimos los efectos secundarios en dos categorías:

Frecuentes: Un efecto secundario que se observa como mínimo en una persona de cada 100 (más del 1%) que toman el medicamento.

Poco frecuentes: Un efecto secundario que se observa en menos de una persona de cada 100 (menos del 1%) que toman el fármaco.

Entre los efectos secundarios más frecuentes de Rezolsta se incluyen:

• Dolor de cabeza, sueños anómalos, dolor muscular, calambre o debilidad muscular, osteonecrosis (muerte del tejido óseo debida a falta de flujo sanguíneo al hueso), diabetes y cansancio.
• Diarrea y náuseas, vómitos, dolor o hinchazón del vientre, indigestión, flatulencia, disminución del apetito.
• Reacciones alérgicas como exantema cutáneo (rash), picor, hinchazón de la piel y otros tejidos (con mayor frecuencia, labios u ojos).

Un efecto secundario habitual de Rezolsta es la aparición de exantema (rash). Generalmente es de carácter leve, pero en casos excepcionales puede ser un indicio de una reacción más grave. Es importante que avises a tu médico si te aparece un exantema cutáneo cuando empiezas a tomar Rezolsta.

Es importante que tu médico y farmacéutico sepan si estás tomando cualquier otra sustancia, incluyendo tratamientos prescritos por otro médico, fármacos comprados sin receta, terapias herbales y alternativas o drogas de uso recreativo.

Algunas medicaciones no deberían tomarse a la vez, porque pueden provocar efectos secundarios de gravedad o es posible que uno de los tratamientos (o ambos) dejen de funcionar. Otras interacciones medicamentosas son menos peligrosas, pero hay que tenerlas en cuenta seriamente. Si los niveles de un fármaco se ven afectados, es posible que haya que modificar su dosis.

En el prospecto de Rezolsta puede encontrarse un listado de los fármacos con interacciones conocidas con este medicamento. Deberías avisar a tu médico si tomas alguno de ellos, o cualquier otro que no esté en la lista.

No deberías tomar Rezolsta con ninguno de los siguientes medicamentos:

• alfuzosina
• amiodarona
• astemizol
• avanafil
• bepridil
• carbamazepina
• cisaprida
• colchicina
• dronedarona
• alcaloides del grupo ergot (ergotamina, dihidroergotamina, ergometrina, metilergonovina)
• lidocaína
• lovastatina
• midazolam
• fenobarbital
• fenitoína
• pimozida
• quetiapina
• quinidina
• ranolazina
• rifampicina
• sertindol
• sildenafilo
• simvastatina
• hierba de San Juan (hipérico)
• terfenadina
• ticagrelor
• triazolam.

Si estás embarazada o en la fase de lactancia, o si estás pensando en tener un hijo, deberías hablar con tu médico sobre qué combinación antirretroviral sería la más adecuada para ti.

No hay mucha información sobre el uso de Rezolsta por parte de mujeres embarazadas. Los primeros ensayos del fármaco en animales sugieren que es seguro, pero deberías consultar las opciones disponibles con tu médico. Las mujeres embarazadas o en la fase de lactancia solo deberían utilizar Rezolsta cuando su médico lo haya aconsejado de forma específica.

Si te preocupa algún detalle de tu tratamiento o de otros aspectos de tu salud, es importante que lo consultes con tu médico.

Por ejemplo, si presentas cualquier síntoma o efecto secundario, o si tienes problemas para tomar la medicación cada día, es importante que avises de ello a tu médico. Si tomas algún otro fármaco o droga recreativa, o si tienes cualquier otro problema médico, también es importante que informes a tu médico especialista del VIH.

Existen además otros aspectos importantes relacionados con tu salud y el cuidado del VIH que tu médico y tú deberíais tener en cuenta a la hora de tomar decisiones sobre el tratamiento antirretroviral. Por ejemplo, si estás pensando en tener un hijo o si deseas empezar a tomar anticonceptivos.

Establecer una relación con tu médico especialista puede requerir tiempo. Quizá en tu caso te sientas muy cómodo a la hora de hablar con tu médico; sin embargo, para algunas personas resulta más difícil, especialmente a la hora de hablar sobre sexo, salud mental o síntomas que consideren vergonzosos. También es fácil que se te olviden temas de los que querías hablar.

Por eso, preparar las citas médicas puede ser muy útil. Dedica algún tiempo a pensar lo que quieres decir. Quizá podría resultarte útil hablar antes con alguien o tomar algunas notas y llevarlas contigo a la cita. Nuestra herramienta (en inglés) online ‘Talking points’ podría ayudarte a preparar tu siguiente cita médica. Consúltala en: www.aidsmap.com/talking-points